MADRID, 20 (EUROPA PRESS) Comer menos de una taza de fresas podría ayudar a reducir los síntomas de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, según un estudio realizado por la Sociedad Americana de Química. El consumo de frutas y verduras se ha asociado con un menor riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal, por ello Hang Xiao, director de la investigación, y su equipo en la Universidad de Massachusetts Amherst, en EE.UU, se enfocaron en las fresas debido a su consumo. De acuerdo con Yanhui Han, estudiante que realizó el estudio, la mayoría de los informes anteriores se centraron en los efectos de compuestos purificados y extractos de fresas. “Pero cuando solo pruebas los compuestos y extractos purificados, te pierdes muchos otros componentes importantes en las bayas, como la fibra dietética, así como compuestos fenólicos unidos a las fibras, que no pueden extraerse con solventes”, ha señalado el estudiante. En su experimento han usado cuatro grupos de ratones, un grupo de ratones sanos que consumen una dieta regular y tres grupos de ratones con la enfermedad que consumen una dieta regular, una dieta con 2,5 por ciento de polvo de fresa o una dieta con 5 por ciento todo el polvo de fresa. A raíz de ello, encontraron que el consumo dietético de fresas enteras en una dosis equivalente a tres cuartas partes de una taza por día en humanos suprimía significativamente síntomas como la pérdida de peso corporal y la diarrea sanguinolenta en ratones con enfermedad inflamatoria intestinal. Asimismo, los tratamientos con fresas también disminuyeron las respuestas inflamatorias en el tejido colónico de los ratones. MAS BENEFICIOS Pero la disminución de la inflamación no fue el único beneficio que aportaba la fresa durante este estudio, puesto que la inflamación colónica tiene un impacto adverso en la composición de la microbiota en el intestino. Con la enfermedad inflamatoria intestinal, la abundancia de bacterias dañinas aumenta, mientras que los niveles de bacterias beneficiosas disminuyen en el colon. Después de los tratamientos dietéticos de las fresas enteras, los investigadores observaron una reversión de esa composición de microbiota no saludable en los ratones con dicha patología. El equipo también obtuvo datos experimentales que indicaban que las fresas podrían afectar las rutas metabólicas anormales en los ratones con esta enfermedad, lo que a su vez podría conducir a la disminución de la inflamación colónica que observaron.
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Ago, 2018